Actualmente científicos rusos han mencionado una declaración
realmente asombrosa: existió en la tierra una civilización súper desarrollada
antes de la aparición del hombre. Afirmaron esto basados en un impresionante
hallazgo.
Los expertos en las regiones de “Rostov y Krasnodar”
llegaron a este resultado después de un descubrimiento único de un habitante de
la ciudad de “Labinsk”. Mientras pescaba, el residente “Viktor Morozov”
descubrió una piedra desconocida, al inspeccionarla más de cerca notó que tenía
un microchip incrustado, explica un reconocido diario.
Tras analizar el
artefacto encontrado, los estudios llegaron a la conclusión de que pertenecía a
una civilización más desarrollada que los humanos, que vivieron en la tierra
antes que nosotros.
Roca
con un microchip incrustado. Tendría 250 millones de años de antigüedad.
En el laboratorio del (Instituto Politécnico de Novocherkassk,
región de Rostov) se llevó a cabo, con el apoyo de la “Cátedra de Geología”, un
estudio para determinar la edad del descubrimiento. Se observó que la piedra
inusual data de hace 250 millones años.
Este hecho es una prueba de la
existencia en la Tierra de una civilización sumamente avanzada tecnológicamente,
inclusive más que nosotros. Probablemente sólo en un futuro lejano podríamos
elevarnos al nivel de tecnología alcanzado por ellos.
Sin embargo, es
claramente notorio que la formación incrustada en la roca no es algo natural.
Por otra parte, Una conocida astrónoma de la Universidad de
Yale (EEUU) ha comenzado una campaña de micromecenazgo para realizar fondos que
le permitan explorar en profundidad una estrella cuyo cambiante brillo podría
ser explicado con un concepto de ciencia ficción aplicable a civilizaciones
extraterrestres avanzadas.
De las 150.000 estrellas analizadas por el telescopio
espacial Kepler, solo una, hasta el momento, ha dejado sin explicación a los
astrónomos: la KIC 8462852, también conocida como “Tabby’s Star”, en honor a la
científica de Yale “Tabetha Boyajian”, quien comenzó a investigar este lejano
astro de la Vía Láctea.
El telescopio Kepler, que guardó datos de estrellas con
posibles planetas de 2009 a 2013, ha permitido analizar el brillo de un grupo
de estrellas en la constelación “Cygnus” para determinar si esos astros son
orbitados por cuerpos celestes, algo que ha permitido comprobar que la mayoría
de estrellas forman sistemas planetarios.
En el otoño de 2015, un grupo de científicos y ciudadanos
descubrió una estrella con un brillo que no puede ser explicado fácilmente por
fenómenos naturales y que podría ser la primera prueba de una teoría elaborada
hace décadas para detectar civilizaciones avanzadas en el espacio.
“De una decena de explicaciones naturales que hemos
analizado ninguna encaja adecuadamente en el brillo de esta estrella. La teoría
de una esfera “Dyson” es algo que podría explicar el errático brillo, pero es
muy general”, explica en una entrevista con Efe “Boyajian”.
La esfera “Dyson” es una hipotética megaestrucutura de
paneles alrededor de una estrella que sería utilizada por una civilización muy
avanzada que ha consumido los recursos de su planeta y necesita ingentes
cantidades de energía.
Esta increíble teoría, desarrollada por el físico “Freeman
Dyson” en los años sesenta, podría explicar por qué el brillo de la estrella de
“Tabby” no tiene un cambio periódico y se oscurece casi totalmente en
ocasiones, algo que no se ha detectado nunca antes.
Pero Kepler ya no puede recopilar más información sobre esta
estrella por un fallo en 2013, y “Boyajian” y astrónomos de todo el mundo que
han quedado prendados de esta extraña estrella necesitan más datos que
descifren el enigma.
Sin embrago, han iniciado una campaña de micromecenazgo
(kck.st/1PaKfxB) que pretende recaudar antes de que acabe el mes más de 100.000
dólares.
“Queremos dirigir a la estrella una red de telescopios
privados en todo el mundo que permitan monitorear de manera constante la
estrella para detectar cuándo empieza a decaer su brillo y tomar mediciones, ya
que no se comporta de manera periódica”, explica Boyajian.
Por lo tanto, es difícil llegar a la capacidad de detección
de un telescopio espacial, Boyajian confía en que potentes observatorios
terrestres puedan observar otras longitudes de onda procedentes de la estrella,
que no es visible desde la tierra tres meses al año.
“Necesitamos vigilar constantemente las oscilaciones de luz
de la estrella porque no sabemos en qué momento el brillo comienza a decaer”,
señala la astrónoma, quien recuerda que la participación en el proyecto
colaborativo Planet Hunter fue lo que permitió hallar a esta estrella
inclasificable.
Otra teoría para el raro comportamiento de esta estrella
sería que esté orbitada por una masiva amalgama de cometas y polvo de
asteroides, algo que “Bradley Schaefer”, un científico da por imposible tras
hacer cálculos.
“Boyajian” quiere mantener con esta campaña de recolección
de fondos el espíritu de colaboración global que permitió encontrar la estrella
que lleva su nombre y que, si nuevos datos lo permiten, podría indicar la
existencia de una civilización mucho más avanzada que la nuestra a 1.500 años
luz de nosotros.
Creo que resulta increíble saber que tenemos más
civilizaciones súper avanzadas que manejan tecnologías asombrosas ¿Tú que
piensas?